En un mundo como en el que vivimos nos es raro que, a veces, nos sintamos agobiados, ansiosos, tristes, con pensamientos repetitivos o que hayamos sido presa del cansancio o dolores. Que hayan aparecido dificultades en nuestra relación de pareja o que el distanciamiento o incomprensión entre padres e hijos sea cada vez mayor.
Y, es que a veces se hace difícil encontrar el espacio para vivir con consciencia nuestras experiencias y emociones, para conocernos a nosotros mismos o, incluso, para comunicarnos de forma saludable con los nuestros. La aparición de estos síntomas de relación, psicológicos, o incluso físicos, nos lleva a querer transformar la situación, a buscar un cambio. A veces lo intentamos y lo conseguimos por nosotros mismos; otras, necesitamos que alguien nos ayude.
Soy terapeuta individual, familiar y de pareja. Trabajo tanto con adolescentes como con adultos y, por supuesto, con parejas y familias. En la relación de ayuda que establezco con las personas que acuden a mi, utilizo técnicas y conocimientos de diversas perspectivas del mundo de la psicología para poder hacer una terapia personalizada. Me gusta pensar que cuando una persona trae a consulta un conflicto interpersonal, una dificultad en su proyecto de vida o un problema que está entorpeciendo crecimiento personal y familiar, etc. nos unimos en la búsqueda de herramientas y estrategias para que pueda realizar el cambio necesario que le permita continuar adelante.